Particular
Los jardines escolares no son una técnica nueva, se han venido utilizando desde 1800 en Europa. Grandes pensadores y filósofos de la educación como Froebel, Montessori y Dewey alentaron el uso de estos espacios como una manera de equilibrar la educación e incorporar “manos, corazón y cerebro” al día a día en la escuela.
Los jardines escolares ayudan a que la educación pase de ser una experiencia sedentaria, a una experiencia que cambia la perspectiva del alumno acerca de lo que le rodea. Nuestra propuesta es utilizar los jardines escolares como aulas vivas donde se puedan ejemplificar los conceptos aprendidos. Es momento de regresar a lo básico, a la naturaleza y a las actividades al aire libre, a conocer nuestro entorno y utilizar nuestros cinco sentidos, cambiarles el chip a los alumnos y buscar esa oportunidad de estar más receptivos al momento de aprender.